The Sky

Cronó­grafos Type 20 y type XX

by Jeffrey S. Kingston

¿Qué les quita el sueño a los diseñadores de movimientos? Las especulaciones sobre este particular abundan. Podría ser la creación de una gran complicación, como un calendario perpetuo o una repetición de minutos. Es cierto que el diseño y la fabricación de una repetición de minutos es uno de los mayores retos de la relojería, y que los mecanismos de un calendario perpetuo tienen que ser especialmente ingeniosos para garantizar que todo funcione a la perfección a finales de febrero. Pero no. 

Lo que más quita el sueño a los diseñadores de movimientos es el cronógrafo, que consideran una de las construcciones relojeras más difíciles de realizar. La historia lo confirma. Durante décadas, muchas prestigiosas casas relojeras evitaron desarrollar sus propios movimientos de cronógrafo y optaron por utilizar el clásico calibre 2310 (más tarde el 2320) de Breguet. La razón es que, si se hacía de otro modo, los obstáculos y los costes eran demasiado grandes. Además, el 2310 se había establecido como una referencia en términos de diseño y se había convertido en el movimiento de cronógrafo de alta gama elegido por un gran número de prestigiosas marcas relojeras.

Cuando Breguet se propuso desarrollar un nuevo movimiento para los Type 20 y Type XX, se fijó unos objetivos que ilustran perfectamente los retos y obstáculos a los que se enfrentan los diseñadores de movimientos de cronógrafo: garantizar que el segundero no salte cuando el cronógrafo se pone en marcha o se detiene; evitar todo tipo de vibración del segundero durante el funcionamiento; minimizar el impacto del cronógrafo en la cronometría y el rendimiento del reloj; diseñar un mecanismo de puesta a cero en el que las tres indicaciones —segundero, contador de minutos y contador de las horas— vuelvan a cero perfecta, suave y simultáneamente; construir un sistema flyback que funcione con suavidad, independientemente de la fuerza ejercida por el usuario sobre el pulsador inferior; conseguir una elevada reserva de marcha con una frecuencia de 5 Hz. Todos estos exigentes criterios, indudablemente, sitúan a los cronógrafos que los cumplen en la cúspide del arte relojero.

Breguet ha consagrado cuatro años enteros a alcanzar estos objetivos para los nuevos Type 20 y Type XX. El resultado son dos calibres estrechamente relacionados: el 7281 para el Type 20 militar con dos contadores (segundero pequeño y contador de minutos) y el 728 para el Type XX civil con tres contadores (segundero pequeño, contador de minutos y contador de las horas).

 

Breguet se fijó unos objetivos ambiciosos al diseñar el nuevo Type 20/XX: que el segundero del cronógrafo no saltara al ponerlo en marcha o detenerlo; que no vibrara la aguja durante el funcionamiento; que la marcha del cronógrafo tuviera un efecto mínimo en la cronometría del reloj; que todas las agujas se pudieran poner a cero de forma rápida, sin brusquedades e independientemente de la fuerza aplicada al pulsador; y que la frecuencia del movimiento fuera de 5 Hz.

La conexión

Hay un concepto fundamental que, con una rara ­excepción1, se aplica a todos los cronógrafos: las agujas del cronógrafo, tanto las de los segundos como las de los contadores, están conectadas al tren de ruedas del reloj cuando el cronógrafo está en marcha y desconectadas cuando está parado. La conexión y desconexión de estas agujas es un auténtico reto para los relojeros. 

En muchos modelos de cronógrafo, la conexión se establece asociando dos ruedas. Sin embargo, como la activación de un cronógrafo es totalmente aleatoria, el acoplamiento de las ruedas puede no ser siempre ideal, es decir, con un diente de una encajando perfectamente en una hendidura de la otra. En ocasiones puede suceder que, en el momento de la conexión de las ruedas, estas entren en contacto diente con diente. El resultado se traduce en un desagradable salto de la trotadora del cronógrafo. Con una geometría inteligente, este efecto puede reducirse, pero nunca eliminarse por completo. 
 

 
¹ La excepción es el Breguet Tradition Chronographe Indépen­dant. Los componentes del cronógrafo nunca están en contacto con el tren de ruedas principal del reloj. La parte cronógrafo del movimiento dispone de su propio barrilete, su propio volante y, también, su propio tren de ruedas, completamente independientes de los del movimiento principal. Por consiguiente, nunca hay «conexión» o «desconexión».

¿Cómo resolver el problema? 

Los calibres 728 y 7281 utilizan lo que se conoce como «embrague vertical». Uno de los discos del embrague gira constantemente con la rueda del reloj. Cuando el cronógrafo no está en marcha, el segundo disco, que acciona los componentes del cronógrafo, se mantiene fuera de contacto con el primero mediante dos dedos. Cuando se presiona el pulsador superior del cronógrafo, los dos dedos se retiran y, gracias a un muelle de fricción, los dos discos entran en contacto y el cronógrafo se pone en marcha. El riesgo de salto, presente en el caso de los engranajes de dos ruedas, queda completamente eliminado. La activación siempre se produce con suavidad.

Eso no es todo. El sistema dotado con un mecanismo de dos ruedas que se engranan presenta un problema adicional. Cuando el diente de una rueda está en la ranura de la otra, inevitablemente hay un poco de juego, y, por consiguiente, la trotadora del cronógrafo experimenta una sacudida. Tradicionalmente, los relojeros resuelven el problema integrando un muelle de fricción para mantener la aguja en su sitio. Esta solución suele ser eficaz para limitar las sacudidas, pero cuando el cronógrafo está en marcha este impone una cierta carga al tren de ruedas del reloj, afectando a la cronometría y provocando, en consecuencia, que el reloj pierda precisión.
 

Aunque los cronógrafos de embrague vertical ya han sido adoptados por las casas relojeras más prestigiosas, no todos los diseños son iguales. La mayor parte de los otros modelos emplean un muelle de fricción que impone al rodaje del reloj una carga que afecta negativamente a la cronometría. El diseño de Breguet evita esta carga, ya que no necesita un muelle de fricción.

EMBRAGUE VERTICAL 

El movimiento Type 20/XX utiliza un embrague vertical para conectar los elementos del cronógrafo al tren de ruedas del movimiento. En la imagen superior se aprecia que los discos del embrague están separados por dos dedos cuando el cronógrafo no está en marcha.

En la inferior, los dedos se separan del disco superior del embrague cuando el cronógrafo se pone en marcha, lo que permite que el disco superior entre en contacto con el inferior, que es accionado directamente por el rodaje.
 

Con un embrague vertical bien diseñado, no hay necesidad de un muelle de fricción y la cronometría del reloj prácticamente no se ve afectada por el funcionamiento del cronógrafo. Este es el caso de los nuevos movimientos Breguet. Sin embargo, casi todos los sistemas de embrague vertical disponibles en el mercado, incluidos los de las marcas de prestigio, incluyen un muelle de fricción y, como consecuencia, el funcionamiento del cronógrafo tiene un impacto negativo en la precisión del reloj. 

¿Por qué? Porque es más cómodo y menos costoso colocar el embrague vertical lejos del centro del reloj. En este caso, se interpone un engranaje entre el embrague y el segundero del cronógrafo, de ahí la necesidad de este tipo de muelle. Además, con estos diseños, la falta de precisión generada por el engranaje adicional puede producir desviaciones de la marcha de hasta medio segundo durante los periodos de funcionamiento del cronógrafo. Breguet ha eliminado este peligro colocando el embrague en el centro, sin muelle de fricción ni engranaje adicional.

El concepto de Breguet garantiza, en definitiva, un arranque perfecto del cronógrafo sin saltos, un funcionamiento suave de la trotadora y un impacto mínimo en la precisión del reloj.
 

Vuelta a cero

Cuando el usuario ordena la vuelta a cero, la presión sobre el pulsador inferior libera un muelle que activa el retorno. La operación no depende 
de la fuerza con la que se presiona el botón, ya que es el muelle el que la pone en marcha.

Todos los cronógrafos están equipados con una leva en forma de corazón que, cuando se presiona mediante un pulsador, hace que el segundero y las agujas del contador vuelvan a cero. Hay algo ingenioso en esta leva en forma de corazón: cuando un brazo plano (llamado «martillo») ejerce una presión sobre la leva, esta pivota, de modo que su base se encuentra contra el martillo. Esta posición corresponde, por supuesto, a la posición cero.

¿Se puede afinar y mejorar este concepto de base? ¿Se puede hacer que el movimiento de retorno sea invariable, sea cual fuere la fuerza ejercida sobre el pulsador de puesta a cero? ¿Pueden volver a cero al mismo tiempo todas las indicaciones del cronógrafo, o sea, el segundero, el contador de minutos y el contador de las horas? Con los nuevos calibres Breguet, la respuesta es rotundamente sí.

El secreto para lograr una vuelta a cero consistente y sin asperezas se encuentra en los muelles, que en concreto son dos. Cuando el propietario del reloj solicita la vuelta a cero, la presión sobre el pulsador inferior mueve un brazo más allá de una clavija. Esto permite que un muelle ya tensado presione el brazo (denominado martillo linear), que hace avanzar los martillos para ponerlos en contacto con las levas en forma de corazón. Así, la fuerza de la presión del usuario permite únicamente liberar el muelle, y es la fuerza del muelle la que controla los martillos. Como el brazo propulsado por el muelle hace avanzar los martillos juntos (dos para el Type 20, tres para el Type XX), todas las agujas del cronógrafo vuelven a cero simultáneamente. Breguet ha perfeccionado aún más este sistema, ya que el martillo que asegura el retorno del contador de minutos tiene forma de hoja flexible que impide cualquier movimiento indeseado de la aguja.

Otros dos aspectos del cronógrafo merecen nuestra atención. En primer lugar, como debería ocurrir con todos los cronógrafos de alta gama, el funcionamiento se controla mediante una rueda de pilares. Así, por ejemplo, cuando se presiona el pulsador superior para arrancar el cronometraje, la rueda gira para que sus pilares puedan activar los elementos del cronógrafo, en este caso liberando los dedos del embrague. Se trata de un sofisticado sistema clásico que proporciona al portador una sensación más placentera que otros cronógrafos, en los que el pulsador activa directamente los elementos.
 

Up:

Colocación de la rueda de pilares sobre el movimiento.

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Colocación de la rueda de pilares sobre el movimiento.

Aunque el Type 20 original se creó para cumplir con las especificaciones de la fuerza aérea francesa, también hubo una versión civil, el Type XX. Ambas versiones modernas, Type 20 y Type XX, se adaptan al estilo de vida actual.

Up:

El Breguet Type XX actual, que refleja el estilo de su ancestro, es fácilmente reconocible porque cuenta con tres contadores (segundero pequeño, contador de minutos y contador de las horas) frente a los dos de la versión del Type 20 militar.

Up:

El Breguet Type XX actual, que refleja el estilo de su ancestro, es fácilmente reconocible porque cuenta con tres contadores (segundero pequeño, contador de minutos y contador de las horas) frente a los dos de la versión del Type 20 militar.

En segundo lugar, tanto el Type 20 como el Type XX son cronógrafos flyback. La función flyback es indispensable para la navegación aérea y constituye una gran tradición en la aviación. Para un piloto es esencial cronometrar los segmentos de vuelo, que suelen estar definidos por puntos de referencia, posiciones indicadas por marcadores visibles en tierra o por radio o GPS. Cuando llegan a un punto de referencia, los pilotos anotan el tiempo transcurrido desde el punto de referencia anterior y comienzan a cronometrar el siguiente segmento. 

Con un cronógrafo sencillo serían necesarias tres acciones: presionar el pulsador superior para detener el cronógrafo, presionar el pulsador inferior para volver a cero y pulsar de nuevo el pulsador superior para iniciar el cronometraje siguiente. La función flyback simplifica enormemente la operación. Basta con presionar el pulsador inferior para parar, volver a cero y reiniciar el cronometraje. Una presión en lugar de tres es la mejor opción para un piloto muy ocupado.
 

El movimiento de base

Hasta aquí hemos examinado los elementos del cronógrafo. Pasemos ahora al corazón del movimiento. La frecuencia de 5 Hz es ideal para un cronógrafo, ya que permite una división perfecta de los segundos en décimas de segundos. Sin embargo, para alcanzar una elevada frecuencia hay que pagar un cierto precio: la disminución de la reserva de marcha. Esto es fácil de comprender. A cada oscilación del volante, el muelle del barrilete se desenrolla ligeramente. Cuanto más rápidas son las oscilaciones, más rápido se desenrolla el muelle motor. Breguet ha resuelto el problema de la reserva de marcha de los dos calibres optimizando el diseño del barrilete, que aprovecha así al máximo el volumen disponible. Resultado: 60 horas de reserva de marcha. El armado bidireccional está garantizado por un rotor sobre un rodamiento de esferas de cerámica, visible a través del fondo transparente de la caja. Sus brazos evocan la forma de las alas de un avión.

Type XX Chronographe 2067

La nouvelle génération de Type 20 et de Type XX a été initialement présentée en acier inoxydable. Ces modèles sont désormais rejoints par une version Type XX en or rose.

Découvrir

El volante está suspendido de un puente transversal. Se trata, por supuesto, de un volante espiral libre con tornillos de regulación de oro, resistente a las posibles variaciones de la marcha ocasionadas por los golpes. La espiral y la rueda de escape son de silicio. Además de ser antimagnético, el silicio es particularmente ligero, lo que reduce los efectos de la gravedad sobre la precisión del movimiento.

Es posible que el afortunado propietario de uno de estos nuevos cronógrafos Breguet no sea consciente de que dispone de un sofisticado embrague vertical, de una rueda de pilares, de muelles que actúan sobre la vuelta a cero y de una espiral y un escape de silicio. Ahora bien, se dará cuenta de que las agujas avanzan sin sacudidas y no saltan al poner en marcha y parar el cronometraje; de que todas las indicaciones vuelven a cero simultáneamente y sin resistencia; y de que los dos pulsadores funcionan con gran suavidad. En resumen, tendrá la satisfacción de poseer un producto diseñado a la perfección y sin concesiones.