George Daniels comenta de Abraham-Louis Breguet que se labró una reputación internacional sin parangón en la historia de la relojería. Destacó por su aportación de numerosos inventos, muchos de ellos aún en uso hoy día, como el tourbillon o el reloj de pulsera. Su extraordinaria carrera le granjeó diversas distinciones, como por ejemplo las de relojero oficial de la marina real francesa, miembro de la Academia de las Ciencias o Caballero de la Legión de Honor. Falleció en 1823, a la edad de 76 años.
En 1815, el rey de Francia Luis XVIII reconoció los atributos excepcionales de los cronómetros de marina de Abraham-Louis Breguet y le otorgó el título de Relojero de la Marina. Desde entonces, el éxito de las expediciones francesas dependía en gran parte también de la fiabilidad de los relojes de marina de Breguet, lo que representaba un honor y una gran responsabilidad.