Abraham-Louis Breguet se convierte en una referencia preeminente en la fabricación de relojes, y algunos escritores de esta época le rinden homenaje en sus obras literarias. Breguet consolida una extraordinaria y duradera reputación. Stendhal, por ejemplo, escribió en un libro publicado en 1817: "Breguet ha fabricado un reloj que en veinte años jamás ha cometido un error…".