En 1775 da comienzo el reinado de Luis XVI, que trajo un soplo de aire fresco para Francia. El rey es amigo de las artes, y Breguet aprovecha este hecho para poner en marcha su negocio, que avanza viento en popa hasta el estallido de la Revolución Francesa en 1789. La inestabilidad imperante en París le obliga a abandonar su país de adopción y regresar a Suiza. Tras su regreso a Francia, Abraham-Louis Breguet se entrega a la tarea de reconstruir su negocio y buscar nuevos clientes.
Venta del primer reloj de “tacto”.
Reloj dotado de un sistema inventado por Breguet que permite leer las horas al tacto. Una flecha externa a la caja reproduce la posición de la aguja de las horas del reloj. Tras “sentir” la posición de dicha flecha, el usuario se orienta gracias a las piezas externas situadas a la altura de las horas. Comercializado a partir de 1799, el reloj de tacto (a veces denominado “reloj para ciegos”) se presta a una ornamentación rica y variada (esmaltes, perlas, diamantes). Con pocas excepciones, el sistema de lectura de tacto equipa relojes simples, es decir, relojes sin sonería.
Pequeño reloj medallón táctil n° 611, adquirido el 18 de febrero de 1800 por la Sra. Bonaparte, convertida en emperatriz Josefina.