En 1775 da comienzo el reinado de Luis XVI, que trajo un soplo de aire fresco para Francia. El rey es amigo de las artes, y Breguet aprovecha este hecho para poner en marcha su negocio, que avanza viento en popa hasta el estallido de la Revolución Francesa en 1789. La inestabilidad imperante en París le obliga a abandonar su país de adopción y regresar a Suiza. Tras su regreso a Francia, Abraham-Louis Breguet se entrega a la tarea de reconstruir su negocio y buscar nuevos clientes.
Invento del “paracaídas”, dispositivo de protección antigolpes.
El sistema de protección frente a los golpes conocido como “paracaídas” es uno de los inventos más célebres de Breguet. Este observó que cuando un reloj recibía un golpe los pivotes del volante eran la pieza más vulnerable dada su delgadez, por lo que decidió darles forma de cono y sujetarlos mediante unos pequeños platos montados sobre un resorte de lámina y cuya forma encajaba en los pivotes. Hacia 1790 probó este dispositivo en público lanzando un reloj al suelo delante de Talleyrand. Muy pronto todos sus relojes fueron equipados con el nuevo invento. La versión definitiva se presentó en la exposición nacional de 1806. El paracaídas, llamado en ocasiones suspensión elástica del volante, es el precedente del moderno “Incabloc” y de todos los mecanismos de protección antichoque.
Reloj simple Breguet n° 5084, vendido el 17 de diciembre de 1833 al Sr. Greenfield.