Nicolas G. Hayek, tan visionario y ambicioso como Abraham-Louis Breguet, no oculta sus intenciones de devolver a Breguet su antigua gloria. Los esfuerzos se concentran en especial en la investigación y el desarrollo, lo cual ha permitido a la Manufactura registrar más de 116 patentes desde 2002. Aunque los componentes de silicio, un material revolucionario, hacen su aparición bajo su mandato, es Marc A. Hayek quien impulsa el lanzamiento al mercado del primer reloj con pivote magnético.
Con la patente del 9 de noviembre de 2010 consagrada al pivote magnético, Breguet marcó un nuevo hito en la historia de la relojería, explotando los efectos del magnetismo para mejorar la precisión y la fiabilidad de sus guardatiempos.
Con la patente del 9 de noviembre de 2010 consagrada al pivote magnético, Breguet marcó un nuevo hito en la historia de la relojería, explotando los efectos del magnetismo para mejorar la precisión y la fiabilidad de sus guardatiempos. Es probable que el alcance de esta innovación sólo sea plenamente apreciado dentro de varios años.
Con el pivote magnético, los ingenieros y relojeros de la Manufactura Breguet no se conformaron con dominar los efectos negativos del magnetismo en un reloj mecánico, sino además lograron dominarlos para mejorar sensiblemente el giro, la rotación y la estabilidad del eje del volante. Al emplear dos contrapivotes que integran cada uno un micro imán particularmente potente en cada extremidad del eje del volante, Breguet concibió un sistema dinámicamente estable que se centra o se corrige por sí mismo en caso de perturbación.
El pivote magnético está compuesto por una tija de acero al carbono para el eje del volante y por dos imanes de “tierras raras” colocadas detrás del rubí de pivotamiento. Como uno de los imanes es más potente que el otro, el eje del volante está en contacto permanente con el rubí por el lado de la esfera, dando la impresión de estar suspendido.
Gracias al campo magnético que atraviesa el eje, el volante se mantiene en una posición estable : es insensible a los golpes de baja intensidad ( los más frecuentes ) así como a las aceleraciones a las que está sometido el reloj. Incluso tras un fuerte golpe accidental, éste vuelve casi instantáneamente a su posición correcta. Menos sometido a los rozamientos que un volante tradicional, en particular en posición vertical, sus prestaciones técnicas son naturalmente más elevadas.
El fenómeno de inducción magnética genera numerosas ventajas para la marcha del movimiento. El eje del volante, al estar colocado en el campo magnético se mantiene en contacto con el rubí bajo el efecto del flujo magnético que también tiende a corregir la posición del eje llevándolo a su posición óptima.
Al mantenerse en esta “gravedad artificial”, el eje del volante ya no percibe las diferencias de posición del reloj, por lo cual, las condiciones de pivotamiento son idénticas en todo momento. Si por algún motivo un golpe desplazara el eje hacia un lado, el sistema actuaría como un amortiguador gracias a las fuerzas magnéticas de retorno generadas por el desplazamiento del eje que lo vuelve a centrar de manera automática restableciendo el flujo magnético máximo. Por consiguiente, se obtiene un eje de volante más estable y netamente más resistente a los golpes.