En 1775 da comienzo el reinado de Luis XVI, que trajo un soplo de aire fresco para Francia. El rey es amigo de las artes, y Breguet aprovecha este hecho para poner en marcha su negocio, que avanza viento en popa hasta el estallido de la Revolución Francesa en 1789. La inestabilidad imperante en París le obliga a abandonar su país de adopción y regresar a Suiza. Tras su regreso a Francia, Abraham-Louis Breguet se entrega a la tarea de reconstruir su negocio y buscar nuevos clientes.
Ideado por Breguet en 1795 y presentado por primera vez en la exposición nacional de 1798, el péndulo simpático es un sistema compuesto por un péndulo y un reloj. El péndulo está destinado a recibir el reloj, el cual, colocado sobre un soporte, se pone en hora y se regula automáticamente. El término “simpático”, elegido por Breguet, expresa la idea de comprensión y armonía, ya que la “simpatía”, en un vocabulario iniciático, es el principio universal que armoniza los órganos del cuerpo humano, así como al ser humano con el cosmos.
Si bien el péndulo simpático contribuyó al prestigio de Breguet, su producción fue muy limitada, ya que era compleja y costosa. Abraham-Louis solo vendió cinco ejemplares, todos distintos, hasta 1823, y Antoine-Louis solo uno, en 1830. Los compradores fueron todos reyes o príncipes.
Péndulo simpático n° 666 y su reloj simple n° 721, vendidos en agosto de 1814 al príncipe regente de Inglaterra (futuro rey Jorge IV). The Royal Collection.